domingo, 2 de junio de 2013

Primeros tiempos Pt. 2


 En agosto, los Beatle dieron su último concierto en el Cavern Club, que ya no podía albergar las multitudes de fans del grupo, pues ya tenía una fama considerable. La BBC no tardó en darse cuenta de su creciente popularidad y, tras aparecer en numerosos programas radiofónicos, les ofreció un programa semanal propio, Pop Go The Beatles, que se emitió durante más de cuatro semanas. Los Beatles también aparecieron en la cadena de televisión de la BBC tantas veces que sus detractores empezaron a llamarla la ''Beatles Broadcasting Corporation''. Ya tenían su propia revista mensual, The Beatles Book, y un club de fans oficial, que había pasado de unos pocos miles de admiradores a 80.000 socios de pago a finales de 1963.


A principios  de año, la Beatlemanía empezó a extenderse por todo el Reino Unido, aunque no fue hasta octubre que en la prensa nacional empezó a hacerse eco de este fenómeno. Una actuación en directo de los Beatles en el programa de televisión Val Parnell's  Sunday Night at the London Palladium, que congregó a multitudes de fans histéricos fuera del teatro en el centro de Londres, finalmente captó su atención. Al dia siguiente, aparecía en todos los periódicos la noticia de los disturbios producidos por los fans que rompieron el cordón policial cuando los Beatles intentaron salir del teatro. Un par de semanas después, los Beatles regresaron a Heathrow después de una corta gira por Suecia, y quedaron sorprendidos por los miles de fans congregados allí para recibirles a pesar de la lluvia, junto con una horda de periodistas y fotógrafos.


Dado que la fama nacional de los Beatles había llegado tan rápidamente, pronto se encontraron con que tenían que  cumplir contratos firmados meses antes por honorarios ridículamente bajos en comparación con los que podían pedir ahora. Brian Epstein en ocasiones intentó ofrecer dinero a los promotores con los que había pactado previamente estas actuaciones a cambio de que los Beatles  no tuvieran que salir al escenario si creía que el lugar donde tenían que tocar no era lo suficientemente seguro para sus muchachos, pero aparte de eso nunca negó un contrato firmado. Un problema mucho más serio fue el comportamiento imprevisible de los fans, que ahora se había convertido en un peligro tanto para ellos mismos como grupo. Las chicas lloraban, gritaban, intentaban lanzarse sobre su Beatle favorito o arrebatarle un jirón de ropa o mechones de cabello, e incluso se desmayaban. En la pequeña localidad de Carlisle, 600 fans hicieron cola durante 36 horas bajo un frío terrible esperando que abrieran las taquillas. Cuando lo hicieron, nueve personas acabaron siendo ingresadas en el hospital tras la conmoción resultante. En locales más grandes, los heridos se contaban a cientos. Era necesario desplegar una logística a gran escala para que el grupo llegara al lugar donde tenían que actuar sanos y salvos, y una vez allí tenían que estar encerrados en sus camerinos, prisioneros de su propia fama. En el escenario, tenían que esquivar los impactos de los regalos y los caramelos que les arrojaban sus fans.


 
 The Beatles - Twist and Shout - 1960

Para los beatles, la beatlemanía, que cada vez iba a más, era halagadora al principio, pero enseguida creó resentimiento. Las giras se habían convertido en  la rutina de llegar a una ciudad, ser llevados a escondidas al lugar de la actuación, dar un concierto, salir de nuevo a escondidas en una furgoneta y dirigirse a toda velocidad al hotel más cercano para permanecer allí encerrados toda la noche hasta que llegaba la hora de repetir todo esto al día siguiente. Tenían que disfrazarse para salir a la calle, sus casas y la de sus familiares estaban bajo un asedio constante de fans, les rodeaban en los camerinos y los penetrantes gritos que se escuchaban en todos los  los conciertos significaba que nadie, ni siquiera ellos mismos, podían oír la música.


Pero ellos ya habían cambiado el panorama musical británico para siempre. Anteriormente, las modas musicales más populares siempre habían comenzado en EE. UU., y las principales estrellas eran de allí, mientras que Londres imponía sus modas en Gran Bretaña. Ahora Liverpool se puso de moda de repente, y la zona del Merseyside se adueñó de las listas de éxitos. Gerry and the Pacemakers, Cilla Black, los Searchers y Billy J. Kramer and the Dakotas debían sus éxitos a los Beatles, y la mayoría de ellos también tenían como representante a Brian Epstein.

 
 © Derechos Reservados, Tim Hill - Los Beatles archivos inéditos

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